Estando en Florencia, Davy y Faraday tuvieron la ocasión de utilizar una gran lente perteneciente al Duque de Toscana para demostrar de forma categórica que el diamante es carbono puro, una idea difícil de aceptar para muchos científicos de la época. Davy y Faraday utilizaron la lente para localizar los rayos solares sobre un diamante contenido en una ampolla llena de oxígeno puro. Transcurrida una hora, aproximadamente, el diamante comenzó a arder. Faraday escribió en su diario: «el diamante se iluminó brillantemente desprendiendo una luz escarlata y cuando se situó en la oscuridad continuó ardiendo durante unos cuatro minutos». Quemaron el diamante completamente y demostraron que la ampolla no contenía más que dióxido de carbono y el exceso de oxígeno que no había reaccionado. ¿Dónde está la pelotita?
Curiosa relación de este experimento y el Usufur que encontré en el blog de Marcianitos verdes Merece la pena leerlo.
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