Confucio 551 AC-478 AC. Filósofo chino.
Lo que quiere el sabio, lo busca en sí mismo; el vulgo, lo busca en los demás.
Saber que se sabe lo que se sabe y que no se sabe lo que no se sabe; he aquí el verdadero saber.
La ignorancia es la noche de la mente: pero una noche sin luna y sin estrellas.
Los hombres se distinguen menos por sus cualidades naturales que por la cultura que ellos mismos se proporcionan. Los únicos que no cambian son los sabios de primer orden y los completamente idiotas.
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