En 1872, Leland Stanford sostenía que había un instante, durante el trote largo o el galope, en que el caballo no apoyaba ningún casco en el suelo. En esa época no se conocía una manera de demostrarlo y Stanford encargó a Eadweard Muybridge, que captara con su cámara el movimiento de su caballo de carreras , le prestaron muchas sábanas de color blanco y las colgó en torno a la pista del hipódromo a manera de fondo, sobre el que destacara la figura del caballo.
Una secuencia de 16 fotografías que se realizó aclaró el misterio (dándole la razón a Stanford), mostrando las cuatro patas del caballo por encima del suelo, todas en el mismo instante de tiempo.
En 1888, mostró sus fotografías de caballos a Thomas Edison, que era el inventor del fonógrafo para sugerirle la posibilidad de combinar ambos inventos para mostrar imágenes sonoras.
Edison, inspirado por la idea de Muybridge, rápidamente e independientemente registró la patente y decidió llamar "su" invento como "Kinetoscopio" como resultado de la combinación de las palabras griegas "kineto" (movimiento) y "scopos" ("ver") que podría... "hacer para los ojos aquello que el fonógrafo hace para los oídos".
2 comentarios:
Más de un mes sin contar nada. Que conste que miro a diario a ver que cuentas de nuevo, siempre interesante. Enhorabuena por este espacio.
Sabes? Un científico debe tomarse la libertad de plantear cualquier cuestión, de dudar de cualquier información, de corregir errores y al igual que tú, de deleitarnos con cualquier acontecimiento que a muchos se nos escapan. Bien hecho.
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