25 años más tarde se volvió a encender otra "Bombilla" en la mente de Thomas Alva Edison. Para celebrar el resultado del Juicio de Patentes Goebel & Edison, este último mandó instalar 2.300 lamparas "Edison" y 115 en el vapor "Columbia".
Por su parte Goebel y las tres únicas lamparas que tenía como pruebas, hechas con botellitas de perfume al vacío y con filamento de bambú de su bastón, las instaló de nuevo en su escaparate, otra encima de la máquina de coser de su hija y la tercera en su carrito con un telescopio que paseaba por las calles y que por unos céntimos ("el loco" que encerró una luz dentro de una botella" ) mostraba a sus clientes los planetas y los volcanes de la luna.